lunes, 19 de diciembre de 2011

Transporte público

La semana pasada fui en transporte público (raro teniendo en cuenta que ahora vivo a 15 minutos andando del centro) pero no hubo más remedio.
Fue por así decirlo... emocionante, del mismo modo que si te metes en una bañera con un secador. Toda la miseria empezó nada más salir de casa, mientras me dirigía a la parada. Casi soy atropellado por el invento de la era victoriana (para el que no lo sepa así llamo a las bicicletas). Me parece muy bien que no estés interesado en estilo, o en comodidad, o en velocidad, ni en que sea práctica, ni en el placer de conducir, ni en la seguridad, o en tu dignidad. Lo respeto pero por favor, ya que no pagan ningún impuesto de circulación, ni llevan ningún tipo de seguro de responsabilidad civil ( a pesar de ser un vehículo) podrían tener la decencia de al menos respetar semáforos, pasos de peatones, normativa sobre circulación de bicicletas por según que aceras y circular por ese engendro que nos han puesto llamado carril bici que bajo mi punto de vista es más feo que un testículo momificado o que un escroto y que he pagado con mis impuestos (entre otros el de circulación)

La cosa no acaba ahí, porque por fin llegue a la parada del bus, y visto que no había nadie más en la parada sabiamente llegue a la conclusión de que se acaba de ir. Después de soportar diez minutos de tediosa espera luchando contra los elementos climáticos, llamese cierzo, el bus llegó.
En esto que mientras esperaba habían llegado unos señores de la tercera edad y al ver llegar el bus como todos sabemos muchos de estos señores cuando llegan a esa edad, se pusieron como unos caballos sobrexcitados.
Quiero decir, son adorables, fantásticos, maravillosos pero algunos de ellos llegado el bus son como las ballenas asesinas, son llamativas de ver, muy rápidas pero no querrías tener una al lado mientras nadas en el mar.

Tras ser cortés y educado deje que subieran al bus y entré. Pensé que ya estaría seguro dentro del autobús, pero nada más lejos de la realidad. La calefacción inexistente, los asientos eran tan cómodos que hubiera preferido sentarme en una pila de piedras en medio del campo y por si fuera poco el conductor fino no era, más bien lo contrario. Llegué a pensar que el conductor en vez de pies tenía pezuñas.
No es por ser crítico, ni nada pero tengo el carnet de bus, y no es tan difícil llevarlo suave. Se puede conducir rápido y ser tan suave como las sábanas recien puestas en una cama.
La cuestión es que si le hubiera dicho que no lleva animales y que aunque pusiese la calefacción no pasa nada hubiera abierto la caja de pandora. No sería tan terrible si al menos hubiese sido simpático pero... un arbusto en el parque tiene más educación.

Y eso no es todo, porque encima van a subir el billete de autobús de 1,05 a 1.25, eso es fomentar el transporte público, con comodidad, buena atención y rapidez.
Si tenéis dos dedos de frente evitaréis el transporte público y os decantaréis por otra forma de llegar a vuestro destino en días invernales, en transporte privado probablemente. Consigue ser más rápido, cómodo y seguro que cualquiera de los dos y sinceramente por un poco más prefiero llegar a los sitios seguro y sin un resfriado

2 comentarios:

  1. Todo lo que usted dice está muy bien, y me atrevería a decir que puede que lleve razón en alguna de sus reflexiones, pero también he de preguntarle ¿ha oido usted hablar de algo que dicen por ahí algunos llamado "contaminación"?Sí, esa palabra mágica tan de moda ultimamente. En mi humilde opinión los coches son muy cómodos, muy rápidos y todo lo que usted quiera pero también muy contaminantes. Además que mayor placer que viajar todos juntos, en plan comuna, con esos olores que se mezclan, esas voces angelicales de la gente al hablar, esa mezcla indescriptible de seres, en fin una delicia.

    Y respecto a su ataque a las bicicletas he de decirle que coincido con usted en que hay gente muy maleducada llevando una y que no respeta las normas básicas de convivencia ciudadana; pero ¿no es más cierto que hay conductores de coches que tampoco respetan las normas de circulación (si no que se lo preguntes a tráfico que se pone las botas con las multas)?´

    Ahí le dejo esta reflexión.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Al tema de la contaminación diré que en pocos años ya no será problema con la nueva generación de vehículos los cuales abandonan casi por completo el motor de combustión interna (veáse por ejemplo Opel Ampera o Chevrolet Volt).
    Además de que la contaminación y el calentamiento global no son cosas de ahora. ¿Conoce las salinas del lago Bonneville? Se secaron hace 15.000 años por el "calentamiento global". En la antigua Roma los índices de plomo en el ambiente eran especialmente críticos debido a que fundían dicho metal para fabricar armas por ejemplo.

    Con respecto a la crítica de los conductores, ¿no deberíamos de ver la proporción de infractores de los "victorianos" y los conductores? Si atendiésemos a ese dato seguro que en proporción son más los infractores "victorianos" que los conductores.
    También le dire una frase que me gusta mucho y que ya que no estoy exento de los impuestos... "el que paga manda"

    ResponderEliminar