martes, 26 de junio de 2012

XXV

Imaginad... Zaragoza 1987, un caluroso 28 de junio mi madre estaba viendo "Como el perro y el gato" cuando empezó a notar unos dolores en la tripa; tras unas pocas horas de parto el 29 de junio a la 01:12 nacía el que escribe.

Muchas cosas han pasado desde entonces, buenas, malas, regulares, otras no se nombran; pero puedo decir que en este cuarto de siglo he cumplido con creces mis objetivos de la adolescencia. Han sido 25 años que los recuerdo muy felices, incluso echo de menos algunas cosas de pequeño, como el disfrutar el fin de semana sin preocupaciones. Claro que por aquel entonces no tenía ni exámenes, ni deberes. Sólo era jugar y ver los dibujos animados.

Luego la cosa se fue complicando con el tener que estudiar, exámenes, ir a competiciones, y cuando pensaba "ojalá trabajara para no tener que estudiar" (insensato de mí), llegaron las preocupaciones de ¿llegaré a final de mes? ¿será posible que cada vez que saco la tarjeta de crédito ésta le de un bocado a mi bolsillo? ¿estoy guapo? bueno eso desde que veía los dibujos animados.

No ahora en serio, ha estado bien, aunque en los próximos años llega la etapa más fuerte, la hipoteca, los hijos, el banco que quiere a tus hijos porque no pagas la hipoteca,... nada que no se pueda solucionar.
Reconozco que me asustaba la idea de llegar a la cifra mágica de 1/4 de siglo pero ahora que estoy a puntito de cumplirlo no está nada mal. Sobre todo cuando ves a algun compañero de clase y lo ves más gordo, o peor aún; se ha quedado calvo y... si soy sincero se me escapa una leve sonrisa al mirarme al espejo (es lo que tiene el narcisismo) y decirme a mí mismo:
No estás tan mal después de todo con esa cinturita de avispa y esa mata de pelo

Lo siento, es lo que hay, me hago mayor y tengo derecho a decir lo que pienso