miércoles, 29 de agosto de 2012

30 Años del Opel Corsa

Esta entrada la dedico a uno de los modelos más emblemáticos que circulan hoy por nuestras carreteras y que desde mis más tierna infancia he sentido admiración, será por eso que todavía poseo uno con 24 años a sus espaldas...

Se cumplen 30 años desde que se pusiera en funcionamiento aquí en Aragón una de las empresas más importantes no sólo de Zaragoza, sino de toda España.

Desde entonces, cuatro generaciones han salido de las instalaciones situadas en Figueruelas, y más de 12 millones de Corsas han rodado por las carreteras de medio mundo, pero no sólo se han fabricado Corsas.
También se ha ensamblado la última generación del Kadett, la primera del Astra, el Tigra, el Combo y en exclusiva para toda europa el Meriva.

Personalmente puedo decir que estoy orgulloso tanto del Corsa de hace 24 años que hay en casa como de mi Meriva que sólo me da satisfacciones.

Casualidades de la historia este año tambien se cumplen 150 años del nacimiento de Opel...

Feliz cumpleaños!!!!!

lunes, 27 de agosto de 2012

Amelie


Ayer para acabar un buen fin de semana decidí concluirlo viendo una película que me habían recomendado; Amelie o Amelia como diríamos aquí.

Diré que a pesar de los años que tiene nunca la había visto, y bueno... la conclusión es que es un poco confusa, quizás los sueños tan raros que he tenido esta noche sean debidos a la película, quién sabe.

La receta de la película es bien sencilla, tres partes de chica resultona, dos de chico resultón y una de una de las ciudades más maravillosas en la que he estado (con permiso de Edimburgo) París.
Lo primero que se me pasó por la cabeza al terminar la película fue, qué demonios se le pasó por la cabeza al director para llegar a hacer todo eso, supongo que el día que empezó a escribirla habría tenido una mala noche.
Por mucho que me esfuerzo no llego a una conclusión en concreto sino a dos:

La primera es que y basándome en el padre de Amelie, es que hay que aprovechar el tiempo, no hay que quedarse en casa refugiado en nuestro pequeño mundo de cuatro paredes sino todo lo contrario, hay que salir, disfrutar de la vida y no dejar que nada nos amedrante.

La segunda es de la propia Amelie quien parece decirnos varias cosas, entre ellas y respecto así misma que hay trenes que sólo pasan una vez, y que si los pierdes ya no podrás subir a ellos, y que aunque quieras hacer el bien a todo el mundo, la caridad bien entendida empieza por uno mismo.

Afortunadamente no es una película delirante sino más bien todo lo contrario, en donde cada personaje por muy diferente que sea a otro encajan a la perfección dentro de un marco que es París.
Tampoco es una película como pudiera ser  Prometheus, el bueno, el malo, el que no sabes lo que es hasta el final, cuatro efectos especiales y alguna imagen para hechar la primera papilla y listo.

Es como la cocina de fusión, una especie de hamburguesa cruda de curry, servida de cualquier manera con una base de salsa de ajo pero que al final resulta que le gusta a todo el mundo.
Para mí, así es Amelie