miércoles, 14 de diciembre de 2011

100.000 kms

Parece mentira que hace tan sólo cuatro años que me lo compre y mi Opel Meriva acaba de hacer la cifra mágica de 100.000 kms. Son muchas aventuras que me han pasado sentado en él.
Viajes por toda España, con más de 40 grados en la carretera como el de Valencia o los de Cáceres, otros a -11ºc en el Pirineo. Da igual que llueva, nieve, haya cierzo o caiga un sol de justicia, es como un viejo perro labrador, siempre es fiel independientemente de las circunstancias.

Me ha ayudado en la mudanza sin rechistar, me ha refugiado mientras comíamos en una chaparrón. Con él he aprendido a poner las cadenas.
Ha atravesado Francia en dos ocasiones, ha estado en el circuito de Le Mans e incluso nos hemos atrevido a circular por el centro de París sin ningún contratiempo (excepto el error de meternos a un parking y de entrar y salir cobrarnos 3 euros)

Mirad; tengo un osito de peluche y lo recuerdo en casa desde que tengo uso de razón. Le falta una oreja, los ojos se le han salido más veces de las que se pueden nombrar e incluso le han tenido que coser un brazo pero... es lo que representa y con este coche me pasa lo mismo. Me he planteado alguna vez el cambiarmelo pero al final he desistido por lo bien que va y el cariño que le tengo.
Es cierto, tiene alguna raya, algún roce de parking pero sigue funcionando tan bien como el primer día.
Por eso si alguien me pregunta que coche le recomendaría yo lo tengo claro, uno como el mío

2 comentarios:

  1. El título para esta entrada hubiera tenido que ser: "Carta de amor a mi coche". Ai, si ese coche hablara.. las cosas que nos contaría. xD En fin, que siga muchos km más y que lo que ha unido la opel, que no lo separe nada.

    Besitos!

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  2. Jjajajajaa, afortunadamente el coche demomento no habla y mejor que siga así.
    Más le vale que aguante mínimo otros 100.000 así de bien, por la cuenta que le trae

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